La historia y su función en la formación de ciudadanía
La historia, suele decirse por la voz popular, que tiene la utilidad de dar "lecciones de vida", que es una maestra que nos ayuda a "no repetir los mismos errores", y que "quien no conoce su historia está condenado a repetirla"; sin embargo, y aunque algunas de las aseveraciones arriba mencionadas puedan tener algo de ciertas, la "historia" no se repite, lo que repetimos son patrones, actitudes, costumbres, etc., lo que no falta por hacer para encontrarle sentido a la historia es hacer "consciente" que ese pasado del que provengo, interfiere en mi presente, que los tiempos históricos son un entramado mucho más complejo que sólo mirar una línea del tiempo, porque, si bien es cierto que el tiempo nos ayuda a medir acontecimiento humanos (y de otros tipos), que es lo que le interesa estudiar a la historia, dichos acontecimiento son tan complejos como el humano y los grupos sociales mismos, es decir, que hay tiempos para medir cambios sociales, cambios políticos, cambios económicos, y que en ocasiones los cambios políticos ocurren vertiginosamente, mientras que los cambios sociales, principalmente cuando se busca mayor justicia hacia grupos vulnerados, tal vez ocurran con mayor lentitud.
A todo lo anterior hay que añadir, para que tome sentido el título de esta pequeña aportación, que cuando estamos escribiendo, divulgando o enseñando historia (en cualquier formato o plataforma), debemos poner atención en identificar los cambios y las permanencias en el tiempo, porrque cuando ocurre, por ejemplo, una revolución, puede que ocurran muchos cambios, y a veces ponemos atención solo a ellos, pero también ocurren permanencias, cosas que no cambian, que quedan igual o casi igual, de ahí que identificar esas dos partes nos ayudará a "leer" el presente, es decir, a comprender quiénes somos, porque actuamos así, porque culturalmente unos grupos se distinguen de otros y pregonan distintos valores socialmente aceptados, que somo un cúmulo de diversidades que hemos sido forjados a lo largo del tiempo, pero que al igual que el pasado nos ha forjado a nosotros, nosotros estamos forjando las posibilidades futuras, los horizontes hacia los cuales marcharemos, es decir: somo artífices del futuro, estamos generando ahora mismo el pasado del futuro, y en ese sentido seremos responsables de lo que suceda, es ahí, precisamente, donde recae esa responsabilidad de divulga o enseñar una historia crítica que compare, contraste y utilice todas las fuentes de información posible que brinde herramientas para "leer" el presente y vislumbrar horizontes futuros hacia los cuales podamos marchar.